EPITAFIO DE SÍCILO

La estela de Sícilo, encontrada en el emplazamiento de la antigua ciudad de Trales, en el valle del río Meandro, en Asia Menor, no lejos de Éfeso, fue erigida en torno al siglo I por el tal Σείκιλος dedicada probablemente, según los especialistas, a su esposa Euterpe, a juzgar por la dedicatoria final corrupta: 
Σείκιλος Εὐτέρ[πῃ]
Seikilos Euter[pēi]
(Nom.)       (Dat.)
                                            
Es curioso, sin embargo, que el nombre de la dedicatoria de la que es prácticamente casi la única muestra de partitura musical griega antigua conservada (salvo algunos pocos fragmentos) coincida con de la musa tutelar de la música, Euterpe. 

La canción escrita en la estela funeraria era un escolio (σκόλιον), un canto de bebida de los círculos aristocráticos griegos, que los amigos cantaban en los συμπόσιον (o, mejor dicho, συμπόσια) celebrando temas como el amor, la amistad, el heroísmo guerrero, etc. 

En la versión musical que incluyo aquí se canta la letra con pronunciación clásica, a pesar de que en la época del epitafio el griego estaba en su etapa de κοινή (evolución hacia el griego moderno) y ya se pronunciaba de modo ligeramente diferente a la forma clásica. Repito: la pronunciación es la clásica, que estamos aprendiendo. 


Aquí va una transcripción de letra y música en notación musical occidental: 

Traducción: 
 "Cuanto (tiempo) vivas, sé brillante: no te aflijas por nada. 
 Para poco (tiempo) es el vivir: su impuesto el tiempo reclama".