7. DESCRIPCIÓN y ETOPEYA
INTRODUCCIÓN
EJEMPLOS
¿Por qué me vendría de la Cólquide? ¿Por qué? ¿Por qué?… Por qué. A este
país de gente sin honor. ¡Cómo pude ser tan cándida, por la Luna! Creí todo lo
que Jasón dijo, promesa tras promesa, e hice todo lo que pidió. Como una de sus
vulgares esclavas. Pero ¡qué digo sus esclavas! ¡Ojalá fuera yo una! A ellas,
al menos, no las engaña. Pero a mi, maldito embaucador griego, todos iguales,
¡vaya si me mintió! Una traición en toda regla, pérfida, meditada, urdida
matemáticamente; con las pobres matemáticas que usan los burdos comerciantes de
esta tierra. Y yo, como una salvaje, como la salvaje que soy, ingenua, me dejé
atraer por sus baratijas. Debí haberme dado cuenta antes. ¡Nunca mostró interés
por mí! En sus ojos del color de la avaricia solo había sitio para esas pieles
de oro. No le tembló el alma ni un poco cuando mandé sacrificar a mi hermano
por él. Entonces debía haberlo visto. Pero ¿es que tiene visión el amor? No, ¡no!
¡Estaba ciega! No pude verlo. Y dejé que él me guiara. Y hasta aquí me ha
guiado, hasta este abismo que ha trazado en torno a mí. ¡Araña maldita eres,
Jasón! Has tejido cobardemente toda esta tela de la que no puedo despegarme. Aislada
a miles de kilómetros de mi hogar. ¿Hogar? Hasta aquello me arrebataste, y mi
padre, o, mejor dicho, Eetes, porque ya no podría llamarlo padre, me mataría si
regresara. Pero antes no me importaba, porque tú eras mi hogar. Rodeada de
griegos que me miran como a una alimaña. Y tienen razón, porque lo soy. Soy una
fiera incapaz de dominar mi ira. ¿Qué haré? Una fiera acorralada. ¿A dónde
escaparía? No hay ya tierra en la Tierra para mí. Me has convertido en bárbara
del Universo. Y anclada a mis hijos. Mis dos hijos, lo único que me queda de
todo esto, pero también el recordatorio perpetuo de mi fracaso. …
La descripción es la técnica que
permite representar realidades del mundo mediante palabras. Metafóricamente,
describir es pintar; solo que, en vez de con pigmentos, con lenguaje. Hay
muchos tipos de descripción, igual que hay muchas clases de pintura: retrato,
bodegón, paisaje, etc. Asimismo, podemos describir lugares, cosas, edificios, personas,
etc.
Casi todo material lingüístico vale para describir, pero algunos de los más
básicos e importantes pueden ser el adjetivo, el símil y la metáfora.
En cuanto a su estructura, una descripción puede hacerse de mil maneras,
pero es aconsejable planear una:
- A nivel narrativo, proponemos la clásica
estructura 1. Introducción; 2. Desarrollo; 3. Cierre.
- A nivel descriptivo, conviene que haya un principio rector: por
ejemplo, en el ejemplo de Edipo y la Esfinge, fíjate en que la descripción se
hace en torno a la dicotomía Edipo-Esfinge y la historia subyacente, por todos conocida.
Es decir, toda la descripción se subordina a la narración, al mismo tiempo, de
la famosa historia del enigma.
La etopeya es una especie de
descripción sui generis, desde
dentro, de un personaje. El término viene del griego ἦθος, ους τὸ, que significa
“carácter”, y ποιια, que significa “elaboración”. Es decir,
una etopeya consiste en describir a un personaje principalmente mediante la
elaboración de su carácter o, lo que es lo mismo, su espíritu; lo cual se
consigue principalmente con la técnica del monólogo
dramático. Cuando describimos una casa, es fácil, porque tenemos
simplemente que utilizar el lenguaje que recoja su aspecto tal como la vemos
con los ojos de la cara. En cambio, para describir un carácter, hemos de
fijarnos en el personaje con los ojos del espíritu; fijarnos en quién es y cómo
es su vida, su comportamiento y acciones, cómo es o puede ser su lenguaje
verbal y no verbal, en el brillo de sus ojos, en lo que puede estar pensando,
etc. Hemos de empatizar con él, poniéndonos en su piel.
Como virtud más importante de la etopeya, aparte de intentar adecuar el lenguaje al carácter del personaje
que habla, es adoptar un estilo
coloquial, el que puede hablar cualquier persona en cualquier momento:
nadie suele hablar en barrocas palabras poéticas, ni en las lapidarias jergas
de los juzgados, ni siquiera en los correctos dialectos académicos de los
institutos. Has de esforzarte en componer, por tanto, el lenguaje y discurso
que al personaje le es propio, por muy alejado que esté de tu propio modo de
hablar.
EJEMPLOS
Descripción del tondo de Edipo y la
Esfinge (Kylix del Museo
Gregoriano Etrusco, Vaticano 16541):
Las cerámicas griegas de figuras rojas, tan poca atención se les suele
prestar en los estudios generales, son, en cambio, el más prodigioso logro del
arte griego. Rezuman más sensibilidad e ingenio que cualquier otra manifestación artística de entonces. Son como cómics que, por alguna razón, los
griegos decidieron imprimir en sus ajuares (Introducción).
Aquí tenemos, por ejemplo, una maravilla de viñeta publicada sobre el fondo
de una copa para tomar vino (κύλιξ), en la que la
figura roja de Edipo mira en actitud de inteligencia a una Esfinge carente de
ojos; raro caso, ya que cuenta el mito que la esfinge tenía ojos de fuego. El
caso es que ambos, encerrados en el breve espacio del tondo formado por una cenefa
circular de meandros o grecas, están enzarzados en su famoso duelo. Edipo
todavía no es rey, sino ese viajero que llega a Tebas, desconocido, sobre todo,
de sí mismo. Porta, no en vano, los atributos del peregrino griego: el sombrero
de ala ancha, o pétaso, para protegerse del sol de los desnudos caminos
helénicos; el capote de viaje o clámide; las sandalias de altas correas que
permiten a un viajero avanzar largas jornadas con pie seguro y la vara de
caminante entre las piernas. Ahí está, ahí lo tenéis, mesándose la puntiaguda
barba y clavando la mirada en la esfinge sin ojos que, no obstante, le devuelve
el gesto de la mirada; una mirada, sin duda, ultramundana. ¿Para qué habría de
necesitar ojos la esfinge, si uno lo piensa bien? El monstruo, racional cabeza
humana sobre brutal león alado, encaramado sobre su columna-trono, está en su
letal posición, preparado para abalanzarse sobre el incauto humano. Solo que
Edipo no es un incauto. Él no morirá. Se adivina en la sutil forma en que el
maestro lo ha dibujado. Edipo acepta el desafío y encara la muerte con sofrosyne. En sus piernas plácidamente
cruzadas y en el ojo que su perfil nos muestra se ve la confianza del hombre
griego en la fuerza del intelecto. Grandioso encuentro el del hombre con mirada
contra la bestia ciega; la razón en marcha contra el arbitrio de la crueldad.
Edipo no se deja amilanar por su asiento en la roca hundida a los pies de la
Esfinge y casi se diría que podemos ver la tormenta de rayos de sus neuronas
hilvanando a toda velocidad la solución al enigma esfíngico. (Descripción).
Es una verdadera lección de mito, de cultura, de filosofía y humanidad la
que el anónimo pintor de Edipo nos legó con esas dos figuras rojas sobre el
intenso negro cerámico. (Cierre).
Etopeya de Medea:
Medea en su carro |
EJERCICIO
1. Compón la descripción de alguna cosa o la etopeya de un personaje que
sean reconocibles por parte de cualquier persona de tu clase (compañeros y
profesor).
SUGERENCIAS:
Para descripción Para
etopeya
Acrópolis, Atenas Ariadna
Partenón, Atenas Electra
Templo de Atenea Niké, Atenas Alcestis
Erecteón, Atenas Antígona
Teatro de Epidauro Hécuba
Laocoonte Andrómaca
Discóbolo, de Mirón Lisístrata
Afrodita de Cnido, de Praxíteles Casandra
Toro Farnesio, de Apolonio de Trales Dido
Gálata moribundo, de Epígono Teseo
Venus de Milo (Melos) Hércules
Biblioteca de Éfeso Orestes
Altar de Pérgamo Jasón
(recuerda que también puedes describir
personas, lugares, procesos, etc.)